Para el desarrollo de este proyecto se construyó un dispositivo semi-transparente que se comporta como un espejo espía. Con una luz directa, el dispositivo abre el paisaje tanto en proximidad del modelo como de la cámara y permite una confrontación entre las dos imágenes en el soporte: La cámara capta el reflejo de lo que no se encuentra en su perímetro, y el espejo lleva al mismo tiempo su reflejo hacia atrás, creando una fotografía temporal pasajera aislada de la cámara. La fotografía en aquel plano ya está hecha y se dirige sólo hacia quien se esté mirando.
El espejo, por su semi-transparencia, se comporta también como una ventana: corta el acceso de la cámara al retrato convencional para abrir paso a un nuevo registro de la mirada. La fotografía extiende sus posibilidades de captación visual debido a que la mirada que se confronta llega a la cámara como un eco de la imagen que no logramos ver.