Mi trabajo cuestiona el ordenamiento racional que le otorgamos al espacio , el cual parece servir como un refugio para la angustia del hombre ante tanta desorientación. “Ángulo Cero” apunta a repensar nuestros modos tradicionales de observar el espacio y la representación de este en la fotografía. A diferencia del estudio espacial en el Renacimiento y su herencia en la representación fotográfica, el proyecto busca subvertir el punto de vista único, proponiendo una alternativa visual de la que no podemos apropiarnos como observadores y a la que tampoco puede acceder el uso convencional de la cámara. Con ello intento distanciarme de la herencia clásica de la fotografía para construir una nueva imagen descentrada, que no puede ser completamente aprehendida por el ojo.

Para esto se planteó la regla de tomar fotografías de espacios orientados por un camino o con perspectivas geométricas complejas, con la intención de modificar su forma original. Se utilizó un dolly para mover la cámara de un extremo a otro del encuadre elegido, y se tomó fotografías con una pulgada de separación de la anterior.

Según la profundidad y ancho del lugar, se conservó una tira delgada de la parte central de cada toma, para que al unir todos los centros se componga una nueva imagen. Como resultado fotográfico se obtuvo la unión de muchos puntos focales adyacentes, muchos centros que unidos entre sí crean una nueva geometría.

La forma de tomar las fotos puede considerarse un nuevo estudio de la perspectiva dado que persigue la composición de una nueva estructura espacial bajo una regla estricta. Aun saboteando el ordenamiento racional, el método del proyecto es racional, y limita aun más el ángulo de visión fotográfico.

Se utiliza la cámara para revertir su funcionalidad, dado que se rompe con su perspectiva espacial inherente y se cancela la teoría visual de la perspectiva.